Para comenzar es muy interesante ubicarse en la realidad de los procesos educativos desde este punto de vista. Es completamente verídico que nos enfrentamos a una sociedad bombardeada con información, lo que exige que la escuela e instituciones educativas readecuen su papel y no sirvan como meras fuentes de información. La educación, la cultura y los medios de comunicación deben sincronizarse y sacar ventaja unos de otros para crear seres capaces de transformar su entorno positivamente. El artículo habla sobre actualizar la nomenclatura en la escuela, adaptarse a la era de la “visualización” de las imágenes, estoy muy deacuerdo con utilizar esto en procesos educativos sin embargo a mi forma de ver deja un poco ambiguo también, el dejarnos llevar solamente por imágenes, servirnos de lo inmediato para agilizar procesos o para mantener contentos a los educandos, cuando es evidentemente indispensable la profundización, el carácter reflexivo y la lectura. Paralelamente estamos analizando los procesos errados de la prensa y de las fuentes de comunicación que quieren que nos dejemos llevar por imágenes o citas parciales, cuando eso no nos lleva más que a ser consumistas y cerebros vacíos sin opinión alguna.
Utilizar recursos como el Chat intercultural para fomentar la tolerancia, no me parece tan inocuo como se hace ver. La tolerancia la podemos fomentar con la propia convivencia más que con una sesión de Chat que acabará en el instante en que no nos podamos poner de acuerdo.
Sin embargo es necesaria una ecuación integrada por los medios de comunicación que tenemos al alcance y que evolucionan rápidamente con los años, el vínculo directo con el profesor que debe ubicarse en otro punto no menos importante como lo es el de tutor, acompañante y orientador.
Esta comunicación mas que de masas es una integración de la educación con la comunicación en red, algo que represente globalización aunque más interactivo, un espacio en el que el individuo crezca sin límites pero con orientación y formación para ello. Además opino que es imperante tener una buena preparación, un buen juicio crítico y un buen objetivo final para hacerlo, debemos saber qué dirección tomar, determinar explícitamente qué material se utiliza y con qué fin, enseñar a discriminar entre toda la información basura que podemos encontrar. No está muy errado ese miedo de exponer a las personas al “peligroso mundo del internet”, consideremos que el material que utilicemos debe estar adecuado a cada etapa de aprendizaje, no dejaremos a un niño de 7 o 10 años expuesto a muchas cosas, que aunque son o serán parte de su entorno, aún no tiene la capacidad de entender y asimilar; lo mismo para personas adultas, aunque se escriba de muchos temas, el asumir la sensatez de admitir que no podemos o debemos utilizar tal o cual información es importante para una buena conciliación en el aprendizaje.
Los medios de comunicación de masas pueden favorecer a los proceso de formación si estos últimos se articulan con actividades que forman la argumentación racional, que incentiven a la crítica constructiva, al análisis y reflexión. De esta forma cualquier medio puede ser utilizado de manera positiva en la educación. Por lo tanto no solo favorecería a desarrollar mejor estas capacidades sino a brindar material suficiente, con sucesos reales que forman parte del mundo actual.
